La solución final

Intento de exterminio de los judíos europeos

"La Solución Final del Problema Judío" fue la frase que sirvió de disfraz terminológico a los planes de Hitler tendentes a la exterminación de los judíos de Europa y, en consecuencia, el camuflaje lingüístico tras el cual los funcionarios estatales germanos, después del verano de 1941, evitaban la necesidad de reconocer entre ellos la real existencia de un proyecto de tal índole. Antes, sin embargo, la expresión había sido utilizada de manera un tanto ambigua, en circunstancias diversas, pero siempre con un fondo permanente implícito: el de la emigración judía. Es posible, aunque nada se haya podido demostrar con certeza, que la invención de la expresión corresponda al propio Hitler.

¿Qué es lo que pretendía dar a entender Hitler con las palabras "el problema judío"? Una ojeada a sus escritos y discursos muestra que el problema judío era doble y que, aunque Hitler los entremezclaba, cada uno exigía un tratamiento por separado. En primer lugar existía "la conspiración del mundo judío", por la que Hitler entendía el poder financiero ejercido por los judíos en el ámbito internacional, siempre en menoscabo de la nación alemana. Había sido esta conspiración la que había reunido a las fuerzas del mundo contra el kaiser, la que había creado el Diktat de Versalles, la que había excluido a la Alemania de entreguerras de sus mercados naturales y la culpable de la desdichada alianza con los bolcheviques, que había obligado a la nación germana a renunciar a las demandas territoriales...

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